Ser turista (Parte 1 de la serie "Europa vista por una Chilena")

No escribía aquí hace un tiempo. Básicamente, porque estaba de vacaciones. Viaje a Barcelona, Amsterdam y Berlín. Así que, trataré de hacer un resumen de mi experiencia en aquellas tierras.

Mi vida como turista

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Algo que me di cuenta, es que no nací para ser turista. Mi cuerpo se rehusaba a levantarse temprano, caminar kilómetros y soportar cosas tan simples como los cambios de temperatura, cambios de sueño y hasta picaduras de insecto. Mi consejo para el pronto turista es tomar vitaminas antes de partir tan lejos y sobre todo cuidar la dieta en el nuevo país. Porque algo que sobra en los países europeos, es comida y es fácil llenarse de cosas que uno no come habitualmente.

Canales de Amsterdam

Otra cosa que me di cuenta, es que en la filosofía del turista no existe el hogar. Uno esta en continuo tránsito y cosas como extrañar el hogar y las personas que dejaste es cómo mal visto. Por eso, otro consejo que sumo a la lista es desconectarse un poco de la vida en tu país. Yo estaba tan preocupada de la gente que deje atrás (si atrás, así de dramática para un viaje de 2 semanas ) que me costaba disfrutar de lo que tenía enfrente.

Rijksmuseum, Amsterdam

Por último, traté de ver el viaje como un cambio de perspectiva. Creo que a veces hay una exageración de los viajantes. Te llenan de frases como, viajar te abre la mente, te cambia la vida...yo creo que ver otras culturas si abre la mente pero no te cambia la vida. Yo ya estoy de acuerdo con el reciclaje, estoy de acuerdo con la legalización del aborto y tantas cosas más que los europeos ven como pan de cada día. Así que, más que abrirme la mente, el viaje fue una confirmación que esas cosas si funcionan y debemos seguir luchando por ellas.

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Ahora, de que vale la pena, vale la pena. Y me gustaría volver con una mejor salud y una mejor disposición al cambio (y una mejor autoestima) porque de que hay cosas hermosas, las hay, Y es relajante estar en una cultura tan relajada y abierta.